Imaginemos un ecosistema de herramientas en todos los canales de venta de perfume más importantes del mundo y en buscadores accesibles desde todos los rincones del planeta capaz de decirnos que olores son populares en tiempo real.

Imaginemos que este ecosistema, que vive en páginas web, en móviles de consumidores, en códigos QR, en algoritmos de reconocimiento de imágenes, en herramientas olfativas en tiendas físicas, es capaz de medir de la misma manera todas las interacciones de los consumidores con los perfumes y alimentar así una base de datos olfativa que crece exponencialmente.

No imaginemos más. Existe. De todos y para todos.